lunes, 11 de junio de 2012

Crítica de la obra " El Petiso Orejudo"



Era tan solo un niño de 15 años cuando lo encerraron definitivamente. Desde pequeño la pulsión de muerte lo había llevado a cometer los actos más atroces. Se lo reconoció como el primer asesino serial argentino. Mataba niños más pequeños que él de diversas y perversas maneras.

Parece una historia de terror... pero no lo es. Cayetano Santos Godino, fue un hombre de carne y hueso, un ser real, y quienes hayan visitado la cárcel de Ushuaia, probablemente recordarán su historia. El Petiso Orejudo, fue el apodo del hombre que marcó un hito en la criminalística argentina de la época.

El petiso Orejudo, asesino serial argentino
El Petiso Orejudo
"Los mataba para que no sufran más. Les preguntaba si querían seguir viviendo, despúes me subía una energía, una fuerza incontrolable que me ahogaba y ...el placer", relata Godino.

Imágenes de horror y perversión van adentrándonos en la vida de este ser tan peculiar, que terminó sus días en la cárcel de Ushuaia, solo y enfermo. Su deceso  fue a los 48 años. ¿Causas? Dudosas. A quién le importó de que murió un asesino serial de niños ¿no?

Sin embargo, desde la óptica de Adrián Cardoso y desde la brillante interpretación de Pablo Juan, vamos vislumbrando muy en el fondo del entramado, que más allá del perverso, hay un ser humano. Un hombre que desde chico sufrió la pérdida de un hermanito, que nunca conoció, pero que recordó hasta el final de sus días. El actor no busca justificar al victimario pero tampoco juzgarlo, porque no es desde ese lugar desde donde se comunica. El trabajo corporal que nos transmite Juan, nos cuenta el karma que vivió este ser. Ataques compulsivos, hasta epilépticos, dolores insostenibles, desmayos y ahogos.
"Se lo merece", parece sentirse en el sumbido del público espectante,horrorizado de la historia que va conociendo.

Obra en Buenos Aires sobre el primer asesino serial argentino
Juan (El Petiso Orejudo), Chiesa y Blanc en la obra
Durante el transcurso de la pieza, aparecen personajes "fantasmas" que abundan en el imaginario de este personaje: las madres de los niños asesinados, los compañeros carcelarios, abogados, médicos. Muchas veces este petiso será rata de laboratorio con la que se experimenta ese cuerpo "enfermo". Una mirada crítica al sistema carcelario argentino, se refleja en la caja negra en la que se desarrolla la obra, donde concluimos que las rejas nunca son reformadoras, sino degradantes.

"Desde chico me asustaban con el Petiso Orejudo. De grande descubrí que había sido una persona real de carne y hueso, que caminaba las mismas calles de Parque Patricios, donde yo había vivido. De ahí, la leyenda. Julio Ordano había escrito sobre él y tuve la necesidad de que esta historia se conociera", comenta el director.

Durante los treinta y tres años que vivió encerrado nadie fue a visitarlo. Ni una carta de ninguno de sus doce hermanos. Quedó olvidado, allá en el fín del mundo...

"El otro día encontré una caja de zapatos. Había matado a los canarios del aptio, les había arrancado los ojos y las plumas y me los dejó en la caja, al lado de mi cama".

El Petiso Orejudo de Julio Ordano. Dirección: Adrián Cardoso.
Actúan: Pablo Juan, Marcelita Chiesa y Facundo Blanc.
Viernes de Junio, 21 hs. Viernes de Julio, 23 hs.
Teatro La Tertulia, Gallo 826